LAS MENINAS DE PICASSO


TEOLOGIA DE LA PINTURA

Tiempo atrás, Picasso mojaba mis pies… era su Menina, la pequeña, la del vestidito blanco, la musa cubista, fuera del entorno de Velázquez… la Infanta Margarita María.

Qué tiempos me soñaron junto a Mari-Bárbola, Isabel de Velasco, María Agustina Sarmiento… Las Meninas de Picasso.

Recuerdo que los Reyes pasaban mientras Don Diego Velázquez a punta de brocha y color, mezclaba mi cabello entre la tela, Doña Marcela de Ulloa gritaba entre suspiro -¡Reverencia por Dios la reverencia!- alguien atrás se quito el sombrero, y Nicolasico Pertusato (el enano) solo pisaba al perro. Pero nada fue tan divertido hasta que Pablo dijo a Sabartés: “Si uno se pusiera a copiar “Las Meninas” de toda buena fe, pongamos por caso, al llegar a cierto punto, y si el que copiase fuese yo, me diría: ¿Qué tal sería poner a ésa un poquitín más a la derecha o a la izquierda? Y probaría a hacerlo a mi manera, olvidando a Velázquez. La prueba me llevaría de seguro a modificar la luz o a cambiarla, con motivo de haber cambiado de lugar a un personaje. Así, poquito a poco, iría pintando unas Meninas que parecieran detestables al copista de oficio; no serían las que él creería haber visto en la tela de Velázquez, pero serían mis Meninas…”

Me hizo de formas diferentes y a las otras también. Siempre pensé que al haberme quedado plasmada en un cuadro, jamás me iba a divertir, pero llego Picasso y me hizo bicolor, mocha de nariz, un poco virola, cachetona y chistosa. Y bueno no les digo como pinto al enano, le cumplió su fantasía porque simplemente era más alto. Paquete Clone Diversión Picasso incluye 58 lienzos, 44 figuras aisladas y personajes en distintas versiones, de los cuáles 14 estudios sacan mis mejores poses.

Barcelona 19 de junio del 2003



TEOLOGIA CLONARIA (Tu otro yo sin metamorfosis)

me voy a tragar el amor

que yo siento por ti,

me voy a callar…

como se debe callar

para que no te enteres,

que te amo sin control

en la piel de los otros.


Paola Herrera Ledesma